domingo, 27 de julio de 2008

El dolor de la nostalgia

Hoy he soñado con Bea, aquel individuo que tanto me hizo soñar, sufrir, aquel recuerdo en mi mente que rompe mi estabilidad cada vez que en ella irrumpe su recuerdo, de golpe y porrazo.
Su expresión de rencor en el sueño me ha hecho arrepentirme más todavía de lo que hice. O más bien de lo que no hice. Desde pequeño, y confirmado por familiares cercanos, cuando algún asunto era doloroso o conflictivo daba la espalda y no hacía ni decía nada, simplemente me abstenía. Supongo que el dolor que sentí al saber que ella se había ido fue tan fuerte que, inconscientemente, por enésima vez, quise olvidar todo y empezar de nuevo.
Pero, con todo, ¿por que se marchó sin siquiera decir adiós? Sus razones tendría, estoy seguro. Y es por eso que no la culpo a ella. Además, con nuestra edad poco podíamos influenciar en el destino familiar. No fue culpa de ella.

En las películas a veces aparecen mensajes del tipo "28 años después...", y a continuación el protagonista recuerda algo del pasado que le hace cambiar algo en su vida rutinaria, casi 30 años más tarde. A simple vista parece ridículo, decimos "¡Venga! ¡Pues no pueden haber cambiado las cosas en 28 años! En ese tiempo lo puedes haber olvidado todo.". No, estamos equivocados, ciertas cosas pueden haber vencido el paso del tiempo y permanecido en tu mente casi como el primer día.
Han pasado 7 años desde aquello. No recuerdo su voz, no recuerdo su expresión, ni su talle. Solamente me queda el recuerdo, precioso por cierto, de su encanto, de su esfuerzo por sacar todo lo bueno de ella misma y prestármelo durante tanto tiempo. Tanto tiempo que hubiese parecido eterno, hasta aquel día.
Su recuerdo permanecerá conmigo para siempre, ésta es una de las cosas de las que estoy seguro.

Ah... y mentí, no solo me quedará su memoria.

The Daily Dream: Ella baila sola - Suelo de canicas

No hay comentarios: