<<El Reverendo Billy acostumbraba a decir: “Para todo lo que sucede, Dios tiene un plan”. Creo que todavía estoy intentando entender cuál era su plan.>>
Éstas son las últimas palabras que pronuncia Sylvia Likens al final de la película An American Crime, uno de esos filmes en los que recordamos la crueldad a la que puede llegar a someter el ser humano a otros individuos. Esta película está basada en hechos que sucedieron en la realidad, y aunque no sea para armar un escándalo, ya que sabemos que esto puede suceder mientras, por poner un ejemplo yo escribo esto, vosotros lo leéis, etc., nos hace pensar en si realmente el ser humano es un animal como otro cualquiera. Biológicamente puede ser, pero socialmente ya es otra historia. Él es la mayor contradicción de la que tenemos conocimiento. Es lo mejor y lo peor al mismo tiempo. Es grande, su mente es magnánime, es sucio, su mente es rastrera.
Pero podemos, en cualquier caso, afirmar que esto no es aplicable a todos. Que aunque cada uno de nosotros tengamos uno, o varios, alter ego, podemos estar sanos de aquello que encamina nuestras vidas, nuestro intelecto.
Tampoco esto disculpa los grandes maestros del mal. Y es que algunas veces ni siquiera la muerte significa justicia.
Éstas son las últimas palabras que pronuncia Sylvia Likens al final de la película An American Crime, uno de esos filmes en los que recordamos la crueldad a la que puede llegar a someter el ser humano a otros individuos. Esta película está basada en hechos que sucedieron en la realidad, y aunque no sea para armar un escándalo, ya que sabemos que esto puede suceder mientras, por poner un ejemplo yo escribo esto, vosotros lo leéis, etc., nos hace pensar en si realmente el ser humano es un animal como otro cualquiera. Biológicamente puede ser, pero socialmente ya es otra historia. Él es la mayor contradicción de la que tenemos conocimiento. Es lo mejor y lo peor al mismo tiempo. Es grande, su mente es magnánime, es sucio, su mente es rastrera.
Pero podemos, en cualquier caso, afirmar que esto no es aplicable a todos. Que aunque cada uno de nosotros tengamos uno, o varios, alter ego, podemos estar sanos de aquello que encamina nuestras vidas, nuestro intelecto.
Tampoco esto disculpa los grandes maestros del mal. Y es que algunas veces ni siquiera la muerte significa justicia.
Enlace opcional: Grandes asesinos de la historia
The Daily Dream: Koudelka OST - Koudelka Opening
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