sábado, 1 de noviembre de 2008

Un problema Global

por Germán Navarro Jiménez

Hablamos de aquello inevitable, a lo que la evolución natural de cualquier especie inteligente, o lo que nosotros entendemos como inteligente, hubiese desembocado tarde o temprano. De la globalización ha disfrutado durante décadas el ser humano, y aún hoy nos aprovechamos de ella cada día. Pero, como en todo fenómeno social, acaba llegando el momento en que el continuo progreso provoca más inconvenientes, quizás, que ventajas. Hasta que se convierte en un problema que todos debemos intentar corregir en la medida de lo posible.
Calentamiento global, desastres ecológicos, contaminación del medio… Son ejemplos de los vicios de esta globalización. Se ha abusado tanto de ellos que hoy es demasiado difícil arrancarlos de raíz. Se proclama, entonces, el denominado desarrollo sostenible como solución a la alarma política. Se presiona (algo) a los gobiernos y se crean partidos que intentan abrirse camino a través de este problema que nos concierne a todos. Mientras, el sistema sigue desarrollándose y el dilema ampliándose. Y todo ¿Por qué? El mismo nombre nos da la respuesta: “desarrollo” sostenible. La sociedad debe prosperar. ¿Cómo? Simple: gastando y gastando recursos. Al fin: agotándolos. Eso es lo inevitable. Podríamos escuchar, pues, a Rousseau, promulgador de la involución y retroceder hacia una época estable, esto es, sin crecimiento alguno. Pero nadie, menos todavía el que lo fomenta, está dispuesto a renunciar a las “malas costumbres”. Aunque después aparecen los científicos catastrofistas augurando un irremediable final, aterrador además, del que no se escaparía ni el mismísimo planeta Tierra. ¿Quiere decir esto, entonces, que da lo mismo que sigamos haciendo lo que hacemos sin reparo? ¿Que nos resignemos, concluyentemente? En efecto, no. Es tan sólo un aviso. Un aviso que desarrolla muy bien su función, si bien intentamos entornar, a veces incluso cerrar, los ojos delante suyo. Creemos que no es cierto, que no nos afectará a nosotros, o a los nuestros… Un grave error.
¿Hablamos, efectivamente, de algo irremediable? ¿De algo que no podemos mejorar, apaciguar al menos? No, hablamos de un problema global. De un hecho que creamos, aumentamos o erradicamos todos nosotros. Un problema nuestro que requiere una solución por nuestra parte, para nuestro beneficio, para nosotros.

The Daily Dream: Living Colour - Cult of Personality

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