Cansado

Estoy cansado de tanta maldad. Tanta incomprensión, tanta insolidaridad. Y aún más: a eso que llaman morbo. Cada día veo, allá por donde vaya, es igual, una muestra de retorcida perversidad. Gente que mata por placer y alega estar loco (lo del morbo…), personajes que se dedican a hacer sufrir a todo el mundo a su alrededor, por regocijo, figuras espabiladas a más no poder que se lucran de las desgracias ajenas. Sinceramente ya no sé que escribir, lo he pensado tantas veces interiormente que a la hora de explanarlo por escrito ya no tengo esperanzas de ningún tipo, se me han acabado los métodos posibles, ya no creo en ninguno, aunque sea original o verosímil. Ya no.
La muerte es una quimera. Solo le tememos instintivamente. La realidad es que la muerte no es un estado, es un paso del algo (ya no digo del todo) a la nada. Nada. Al morir ya no sientes nada. Realmente morir no es tan malo como pensamos. Vale, se te acabó el tiempo y ya no podrás hacer nada más, en vida. Pero lo “bueno” es que no te enteras. Paradójicamente, el que se entera más es el que se queda en este mundo, el único donde se puede sufrir. Pero aun así no queremos morir. Tenemos miedo solo de pensarlo. Tan solo es un instinto. El miedo es bueno, obvio, al igual que el dolor. Son sistemas de supervivencia. Lo verdaderamente perjudicial es la obsesión con El Día. Es una dificultad mental que nos impide realizar la actividad diaria de forma habitual. Por eso se debe intentar erradicar, como si de una mala costumbre se tratara. Como el dormir.

Con todo, y sabiendo que es así de sencillo, le sigo teniendo miedo a la muerte. Bueno, miento. Estoy obsesionado con la incertidumbre.
¿Por qué?

The Daily Dream: Nip/Tuck Theme - A Perfect Lie