sábado, 18 de abril de 2009

Silencio

Hay noches, como esta, en la que escucho pájaros, y no puedo dormir. No puedo leer, no puedo descansar, tan solo puedo seguir haciendo problemas de matemáticas o física. El silencio es tan absoluto que se puede percibir, solo se oye, quizás, la vibración de algún objeto de delicado centro de gravedad, a causa del vaivén del bolígrafo. Quisiera salir afuera, para que al menos el rumor de las hojas de los árboles azotados por el frío y húmedo viento fuese mi acompañante. Oigo el crujir de mi camiseta, el desenredar de mi vano pelo, la energía que emana del halo producido por la intermitente única bombilla que alumbra la tinta de confuso color, las sombras que se menean cuales átomos inquietos al son de mi escribir. Hoy, el tiempo se para para mí, decide que escriba. Que escriba sobre él, esta vez, para hacerse oír ahora, ahora que se comprende su presencia.
Que muchas otras noches como esta llenen a todos aquellos a los que les apetezca seguir escribiendo, y con toda voluntad. Pues es el único cobarde que surge cuando no hay nada, el único valiente que llena todo siempre que puede, tan ambicioso que cuanto más puede más quiere, tan suficiente que cuanto más quiere más puede.
Se asemeja al agua, símbolo de vida y supervivencia

The Daily Dream: Frédéric Chopin - Nocturne #20

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