El día de los enamorados

Otro año solo. No creo que sea algo bueno, pero ¿Por qué ha de ser algo malo? No siempre lo útil y práctico es lo mayoritario. ¿Acaso la gente no puede ser feliz sin pareja, teniendo tan sólo un amor? ¿O varios? Quizás durante una temporada, pero ningún exceso es bueno.
Hoy es el día de los enamorados. El día perfecto para dar todo nuestro amor a aquella persona que ahora nos parece haber querido siempre, con la que tenemos ese pasajero deseo de querer conservarla eternamente. Y digo yo si los demás días no se debe demostrar este mismo amor. Tal vez durante el resto del año sean novios, sencillamente. Tal vez muchos otros sean “amigos con derecho a roce”. Y es que, con todo, es difícil encontrar a una pareja que se quiera de veras, cuando esto significa aprobar la forma de ser del otro, siendo un sentimiento recíproco.
Admitamos que se trata de algo delicado: el mundo a nuestro alrededor todavía no ha madurado y, siendo cada uno de nosotros parte de ese mundo, intentamos enriquecernos con los sentimientos que nos relacionan. Así llegamos a un súmmum, que no es sino otro que el amor, algo que, como algún experto en su práctica dijo un día, se define como la facultad de dar todo lo mejor de uno mismo a ese prójimo tan distinto, tan especial, tan perfecto.
A todos aquellos que hoy podáis estar un año más en la mejor compañía, y también a todos aquellos que estemos trastornados con alguien, y cautivados por ello. Es bueno sentir.

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